jueves, 25 de octubre de 2012

Fuimos campeones


La historia no estaba a favor. De las últimas 10 ediciones, los campeonatos provinciales de selecciones habían sido repartidos entre Córdoba, San Francisco y Río Tercero. Sin embargo, la edición de 1998 vería a un nuevo campeón: Río Cuarto. Basado en un gran esfuerzo dirigencial y del cuerpo técnico, y gran compromiso de los jugadores para enfrentar una nueva modalidad de torneo, el combinado dirigido por Adrián “Pelo” Ávila se quedaría con el campeonato al vencer a San Francisco 2 a 1 en la serie final.
“Esto tuvo un mentor, que fue el señor Oscar Auzmendi”, señala Ávila sobre la responsabilidad dirigencial en aquel logro. Auzmendi, quien fue vicepresidente y presidente de la Federación Cordobesa de Básquet  y presidente del CEMBA 90 (Comité organizador del Mundial 1990 en nuestro país) -todo a finales de los ’80-, retornó a Río Cuarto para trabajar desde Fundemur y desde la Asociación Riocuartense de Básquet. “El visionario y el motor fue Oscar que se quería dar el gusto de ver si por primera vez juntábamos a todos los chicos en una competencia que nos permitía trabajar con mucha seriedad”, agrega Ávila y destaca también la figura de otro Oscar, Bonetto en este caso, que desde la dirección de Fundemur apoyaron la campaña.
Juntar a todos “los chicos” significaba realizar una lista de buena fe de 25 jugadores y después ver quiénes estaban disponibles para cada encuentro ya que la modalidad del torneo fue modificada para ese año, siendo muy diferente incluso a la de hoy, cuando dura sólo un fin de semana todo el torneo. En aquel 1998, las 8 federaciones se dividieron en dos grupos (Oeste y Este) y el ganador de cada grupo jugaría la final al mejor de 3 encuentros. Los riocuartenses compartían el grupo con Córdoba, Río Tercero y Oliva.
“La fiesta inaugural se hizo aquí, nosotros debutábamos contra Córdoba y, en ese momento, el único jugador que teníamos de la Liga Nacional A era Fabián López y conformamos el equipo con chicos locales y que estaban en Acción Juvenil, jugando en ese momento la Liga Nacional B”, rememora Ávila sobre el debut en el Estadio Sudamericano del Parque Sarmiento, y añade: “Entonces hicimos un ‘mix’ de jugadores que estaban jugando a nivel provincial, de Acción Juvenil y el primero que podía sumarse a este proyecto era Fabián (López). Debutamos aquí, perdimos por 20. Un palizón nos pegaron”.
Sin embargo esa modalidad de campeonato llevaba tiempo y el tiempo es preparación. Al jugarse cada 15 días, el cuerpo técnico podía planificar y revisar las posibilidades de cada jugador, además de poder entrenar. Comenta el “Pelo” al respecto: “La preparación había sido con muy poquito tiempo de anticipación: Habíamos estado nada más que una semana. El equipo era, como se dice, un paisano de cada pueblo y entonces empezamos a trabajar en ese receso”. Ya para el segundo partido, contra Río Tercero de visitante, se pudo contar con Maximiliano Reale (la temporada 98/99 la jugó en Liga Nacional con Olimpia de Venado Tuerto y la siguiente emigró a Europa), quien sumado a López y los del aurinegro (Waler Muñoz, Ariel Bernabei y Silvio Leyría) forjaron la base del equipo hasta las finales. En Río Tercero la victoria fue por dos puntos, con dos tiros libres convertidos por López al final, y frente a figuras como Pablo Prigioni, Carlos Colla y los hermanos Melo. El envión de la victoria frente a un siempre candidato les sirvió para la vencer sin mayores dificultades a Oliva.
Al iniciar la segunda ronda, los obstáculos fueron más que deportivos. 2 hechos marcan, para el hoy ayudante técnico de Banda Norte, “la calidad de ser humano que siempre hubo en el basquetbol de Río Cuarto”. Primero, antes de viajar a Córdoba, fallece la madre de Walter Muñoz. Detalla Ávila: “Por supuesto estaba excepto de ir, lo acompañamos en ese momento y él me pidió jugar, fuimos, ahí tuvo él un gran partido, como todos, y ganamos de nuevo en condición de visitante”. También, el viaje a Oliva se superpuso con el día del Padre. “Imaginate que cada uno quería estar con su familia, y teníamos que jugar”, menciona el “Pelo” y agrega: “Asique salimos de aquí como a las 3 de la tarde, porque se jugaba de noche, entonces fue muy poco el tiempo que tuvimos, pero pudimos contar con el plantel y ganamos de nuevo”. Ya en ese tiempo, otro jugador que se pudo sumar fue Aldo Risso, con experiencia en Liga Nacional. La definición fue de local frente a Río Tercero y, como era de esperar, el partido muy parejo. Fue victoria en tiempo suplementario de Río Cuarto por 98 a 96, a pesar de los 33 puntos en contra de un tal Prigioni.

Puede leer la nota completa en la edición impresa de revista Contragolpe de agosto de 2012.

No hay comentarios:

Publicar un comentario