jueves, 25 de octubre de 2012

De selección


La riqueza del fútbol de Río Cuarto y la región se manifiesta en el recorrido que desglosa su fecunda historia.  Desde el 6 de abril de 1917, fecha en la que el fútbol de la ciudad de Río Cuarto comenzó a organizarse, son muchos los hechos memorables que han sucedido. Pero la estructura futbolística riocuartense se vio solidificada a partir de 1965, tras la decisión superadora de conformar la Liga Regional de Fútbol de Río Cuarto (LRFRC). Desde entonces, el fútbol de nuestra región ha ido atravesando barreras hasta posicionarse como uno de los más importantes de la República Argentina.
Lo descrito se denota con la cantidad de jugadores surgidos en el fútbol regional que han vestido la insignia de la Selección Nacional, en diversas competencias. Trece jugadores representaron al elenco nacional. Una relación que comenzó a principios de la década del veinte del siglo XX y que es sustancial contarla para valorar el vestigio que nuestro fútbol le sigue otorgando al fútbol nacional.

Venancio Pereyra: el precursor
Tras el éxito de la Selección Española en los Juegos Olímpicos de Amberes 1920, cuya base estaba formada por jugadores vascos, la colonia vasca de Argentina decidió recibir a los futbolistas españoles. Esta visita quedaría en la historia como el famoso “Viaje de los vascos” a Sudamérica - también fueron a Uruguay - y se constituiría como la primera salida a tierras foráneas de la incipiente Selección de Euskadi.
La Asociación Argentina Amateur de Football fue la que ofició de anfitrión y puso a disposición sus seleccionados para enfrentar a los vascos. En el estadio de Sportivo Barracas se disputaron tres partidos amistosos pero el que más interesa en esta historia es el que la Selección Vasca disputó el 30 de julio de 1922 ante la Selección Nacional del Interior.
En ese partido, que tuvo como ganador a los españoles por 4 a 0, estuvo presente Venancio Pereyra. El defensor central, que jugó para Asociación Atlética Estudiantes y Sportivo y Biblioteca Atenas, fue el primer riocuartense en integrar un seleccionado nacional2. Cuenta el historiador Omar Isaguirre que Pereyra se inició futbolísticamente en el viejo club San Martín y jugó también en Huracán de la Loma Fría, el seleccionado de la Federación y tuvo un paso muy rápido por Instituto de Córdoba en el año 1923.
El cotejo que contó con la presencia del Ñato tiene la triste particularidad de ser el encuentro en que se produjo la primera muerte en un estadio de fútbol. El periodista Edgardo Imas, miembro del Centro para la Investigación de la Historia del Fútbol, descubrió que en ese partido se produjo la primera muerte en el fútbol argentino.
La víctima fue un menor de edad de quien el diario "El Telégrafo" primero informó que se fracturó un brazo cuando "se cayó de una tribuna improvisada sobre una chata de cuatro ruedas" afuera del estadio. El 1° de agosto, el periódico publicó que el menor había fallecido y alertó sobre “la responsabilidad de la policía y de los dirigentes de Sportivo Barracas para evitar que los vehículos se estacionen para que se suban espectadores que van a ver los partidos desde allí”.    

Oscar Massei: el desertor
El delantero que asombró al fútbol argentino con su capacidad goleadora en Rosario Central, fue citado para que defienda los colores nacionales en los Juegos Panamericanos de 1955 que se celebraron en el Distrito Federal de Méjico.
Pero el jugador surgido en las inferiores de Centro Cultural Alberdi desechó esa posibilidad porque priorizó su carrera profesional cuando el Internacional de Milán se interesó por sus servicios. . El tiempo iba demostrar que su decisión fue la correcta. En Italia, Oscar Alberto Massei forjó una extraordinaria carrera futbolística destacándose en el Inter y transformándose en ídolo en el Spal de Ferrara.
“Cuando recibí la oferta del Inter decidí renunciar a la selección porque priorice la situación personal. Era un oferta que en ese momento no quise dejar pasar”, cuenta Massei. Pero aclara: “Mi decisión no les gustó a los dirigentes de la Asociación del Fútbol Argentino y se negaron a entregarme el reconocimiento por haber sido el goleador del campeonato de Primera División A de 1955”.
Pero, además de negarle su merecido galardón, la AFA se despachó en contra de Oscar Massei de la siguiente manera: "En consideración al legítimo derecho de un jugador profesional a mejorar notoriamente su situación económica autoriza la transferencia pero al mismo tiempo deplora la actitud del club de transferir a un jugador imprescindible para la Selección Nacional”.
Luego de la negativa de Massei de jugar en la Selección Argentina, los riocuartenses Anacleto Peano y Eduardo Quiroga fueron preseleccionados, pero ninguno de los dos llegó a jugar un partido con la casaca albiceleste. 
Peano fue convocado por Juan Carlos Lorenzo en 1961 en una preselección que se preparaba para disputar el Mundial de Chile de 1962. Pero el volante de Racing Club, quien fe convocado con su compadre futbolístico Federico Sacchi, tuvo que desistir por una lesión. Por su parte, Quiroga fue convocado en la década del setenta pero se vio imposibilitado de jugar porque se fue a jugar al exterior. 
En 1979, por primera vez un jugador de la Liga Regional de Fútbol de Río Cuarto fue convocado para la Selección Argentina. Para la Copa América de ese año, César Luis Menotti tuvo en consideración a Eduardo Saporiti. El lateral surgido en Lutgardis Riveros de Alcira Gigena, quien se desempeñaba en River Plate, formó parte del elenco argentino que participó en el evento continental que finalmente quedó en manos de Paraguay.
La Copa América 1979 no contó con una sede fija y los equipos, que fueron divididos en tres grupos, se enfrentaron entre sí en partidos ida y vuelta. Argentina integró el Grupo B junto a Brasil y Bolivia y no logró acceder a la fase final.
El Tingui disputó los dos partidos ante la selección boliviana. El 18 de julio, en el estadio Hernando Siles de La Paz, jugó todo el encuentro en el que el conjunto local fue vencedor por 2 a 1. En el cotejo de vuelta, llevado a cabo en la cancha de Vélez Sarsfield el 8 de agosto, Saporiti jugó los noventa minutos en los que Argentina ganó 3 a 0. En el recuerdo queda el hecho anecdótico de haber jugado junto a Daniel Passarella y Diego Maradona, quienes ese día anotaron un gol cada uno.
Tuvieron que pasar doce años para que un jugador surgido en la LRFRC vuelva a vestir la casaca de la Selección Argentina. En 1991, Alfio Basile convocó al delantero Ariel Boldrini, quien arribó a Río Cuarto desde su Berrotarán natal para iniciar sus pasos futbolísticos en Deportivo Italiano.
Su gran momento en Newell’s de Rosario fue decisivo para que Basile lo seleccione en los primeros partidos de su ciclo al frente de la Selección Argentina. En total disputó cuatro partidos con la albiceleste.
Su debut fue el 19 de febrero de 1991 en el estadio de Rosario Central ante Hungría. Argentina ganó 2 a 0 y Boldrini ingresó a los 27 minutos del segundo tiempo en lugar de Ramón Medina Bello. También formó parte de los duelos ante Brasil (3-3 en estadio de Vélez el 27/03/1991) y Estados Unidos (1-0 en Palo Alto, California, el 19/05/1991).
Pero sin dudas, el más significativo es el que jugó ante Inglaterra en el mítico estadio de Wembley. Ese partido disputado en tierras londinenses el 25 de mayo de 1991, que es recordado por la remontada argentina quien luego de ir cayendo 2 a 0 logró llegar a la igualdad, Ariel Boldrini jugó los noventa minutos.

Pablo Aimar: el embajador
El jugador que logró la cotidianidad de la Selección Argentina en Río Cuarto fue Pablo César Aimar. El volante surgido en Asociación Atlética Estudiantes conquistó lo que antes ningún jugador había producido: familiarizar a Río Cuarto con la selección.
Con su exquisito juego, Aimar fue símbolo de las Selecciones Juveniles que comandaba José Néstor Pekerman. A los 15 años empezó a dar sus primeros pasos vistiendo la casaca nacional en el Sudamericano Sub 17 de Perú 1995. Con dos goles convertidos, el riocuartense iba a ser clave para lograr la clasificación al Mundial de la categoría que se disputó en Ecuador. En la cita mundialista convirtió tres goles y también fue una pieza vital para alcanzar el tercer puesto en tierras ecuatorianas.

Puede leer la nota completa en la edición impresa de revista Contragolpe de septiembre de 2012.

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