Prácticamente
en el año ‘63. Participé en uno o dos concursos acá cuando utilizábamos la
pedana allá en el Tiro Federal viejo tirando a la paloma. Mi debut oficial en
un torneo fue en Villa María en un campeonato nacional. (Comenta mientras busca
con la mirada debajo del vidrio que cubre la madera de su escritorio la foto de
ese primer torneo, que lo muestra preparando su escopeta para comenzar a
convertirse en tirador profesional).
¿Cómo comenzó el
gusto por el tiro?
"Era
cazador. Viviendo en el campo cerca de Del Campillo. Mi padre no tiraba un
tiro, pero a un hermano mayor mío le gustaba mucho cazar, él me llevó por
primera vez y me fue enseñando a disparar, a cómo apuntar. Cazábamos liebres y
así nació mi gusto por el tiro. Después me vine a a Río Cuarto y me hice un
grupo de amigos cazadores que somos los mismos que trajimos las pedanas y
armamos todo en el Aero".
Daniel
recuerda con mucha nostalgia el esfuerzo que hicieron con algunos de sus amigos
para armar las pedanas en el predio del Aero Club Río Cuarto cercano a la Ruta
8. Nos aclara que en aquella época todavía se ejecutaba el tiro a la paloma,
"Vos te ubicabas en tu puesto y te largaban la paloma y la tenías que
bajar. Ahora ya no tiramos más paloma porque está prohibida acá. Pero se tira
en todos lados mundialmente hablando, el otro día fueron muchachos de acá a
tirar a México", agrega con cierta complicidad que en el país también se
sigue incursionando en la práctica pero "a contramano".
Retomando
el relato de sus comienzos en el tiro nos muestra con mucho orgullo su repisa
de premios y nos dice que ahí no están los que ganó en sus primeros pasos en el
Tiro Federal: "Del ‘63 al ‘75 tiré paloma, gané muchos premios que los
tiré, ya no los tengo más, títulos de varios lados: de acá del Tiro Federal, de
la región, provinciales. Por ahí debo tener una foto. Estaba más o menos bien
acomodado arriba". Luego vinieron tiempos complicados desde lo económico
que lo obligaron a abandonar la actividad que tanto le gustaba. El tiro es un
deporte que implica un gasto bastante oneroso y los fondos destinados a la
misma debieron ser utilizados en cuestiones más cotidianas. Se sumó a esto la
pérdida de la infraestructura que Daniel y sus compañeros habían generado en el
Tiro Federal. "Después por cuestiones económicas dejé de tirar. Además se deshizo
el convenio que tenía el club de pescadores con el Aero Club, que teníamos
hacía 10 años y, bueno, nos quedamos sin pedanas hasta que después se volvió a
reformar todo nuevamente".
El retorno a las
pedanas
Pasaron
los años, Daniel continuó con su gusto por las actividades al aire libre pero
practicando la pesca deportiva. De todas maneras la escopeta estaba lista para
cuando apareciera la oportunidad de volver al ruedo. En 1995 llegó el momento
de regresar a las pedanas cuando un grupo de personas rearmó las estructuras en
el Aero Club y lo fueron a buscar para que se reintegrara. "Ahí me sumé y
empecé a tirar de nuevo. De esto hace 17 años. Un día me vino buscar la gente
que había rearmado todo en el Aero. Yo ya había dejado de tirar deportivamente,
aunque conservaba la escopeta. Así que el sábado siguiente fui a ver cómo era y
me picó el bichito de vuelta."
El
retorno se produjo en la categoría de veteranos para luego pasar a la de súper
veteranos. La escopeta, la misma que compró en la década del 70. Aunque
consiguió una más nueva, la utiliza muy poco: "Porque todavía no le agarro bien la mano". Es
notable el cuidado con el que las retira del armario y nos las describe. De a
poco las va desarmando para mostrarnos las partes, el mecanismo y los preparativos
que hay que hacer para quedar presto a arremeter a perdigonazos contra las
hélices. Al lado del armario se encuentra un artefacto desconocido para quienes
de esta actividad sabemos poco, se trata de una armadora de cartuchos, con dos
recipientes que contienen la pólvora y los perdigones.
Puede leer la nota completa en la edición impresa
de revista Contragolpe de julio de 2012.
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