martes, 7 de agosto de 2012

Seguir tirando


¿Cuándo comenzó a tirar usted deportivamente hablando?
Prácticamente en el año ‘63. Participé en uno o dos concursos acá cuando utilizábamos la pedana allá en el Tiro Federal viejo tirando a la paloma. Mi debut oficial en un torneo fue en Villa María en un campeonato nacional. (Comenta mientras busca con la mirada debajo del vidrio que cubre la madera de su escritorio la foto de ese primer torneo, que lo muestra preparando su escopeta para comenzar a convertirse en tirador profesional).
¿Cómo comenzó el gusto por el tiro?
"Era cazador. Viviendo en el campo cerca de Del Campillo. Mi padre no tiraba un tiro, pero a un hermano mayor mío le gustaba mucho cazar, él me llevó por primera vez y me fue enseñando a disparar, a cómo apuntar. Cazábamos liebres y así nació mi gusto por el tiro. Después me vine a a Río Cuarto y me hice un grupo de amigos cazadores que somos los mismos que trajimos las pedanas y armamos todo en el Aero".
Daniel recuerda con mucha nostalgia el esfuerzo que hicieron con algunos de sus amigos para armar las pedanas en el predio del Aero Club Río Cuarto cercano a la Ruta 8. Nos aclara que en aquella época todavía se ejecutaba el tiro a la paloma, "Vos te ubicabas en tu puesto y te largaban la paloma y la tenías que bajar. Ahora ya no tiramos más paloma porque está prohibida acá. Pero se tira en todos lados mundialmente hablando, el otro día fueron muchachos de acá a tirar a México", agrega con cierta complicidad que en el país también se sigue incursionando en la práctica pero "a contramano".
Retomando el relato de sus comienzos en el tiro nos muestra con mucho orgullo su repisa de premios y nos dice que ahí no están los que ganó en sus primeros pasos en el Tiro Federal: "Del ‘63 al ‘75 tiré paloma, gané muchos premios que los tiré, ya no los tengo más, títulos de varios lados: de acá del Tiro Federal, de la región, provinciales. Por ahí debo tener una foto. Estaba más o menos bien acomodado arriba". Luego vinieron tiempos complicados desde lo económico que lo obligaron a abandonar la actividad que tanto le gustaba. El tiro es un deporte que implica un gasto bastante oneroso y los fondos destinados a la misma debieron ser utilizados en cuestiones más cotidianas. Se sumó a esto la pérdida de la infraestructura que Daniel y sus compañeros habían generado en el Tiro Federal. "Después por cuestiones económicas dejé de tirar. Además se deshizo el convenio que tenía el club de pescadores con el Aero Club, que teníamos hacía 10 años y, bueno, nos quedamos sin pedanas hasta que después se volvió a reformar todo nuevamente".

El retorno a las pedanas
Pasaron los años, Daniel continuó con su gusto por las actividades al aire libre pero practicando la pesca deportiva. De todas maneras la escopeta estaba lista para cuando apareciera la oportunidad de volver al ruedo. En 1995 llegó el momento de regresar a las pedanas cuando un grupo de personas rearmó las estructuras en el Aero Club y lo fueron a buscar para que se reintegrara. "Ahí me sumé y empecé a tirar de nuevo. De esto hace 17 años. Un día me vino buscar la gente que había rearmado todo en el Aero. Yo ya había dejado de tirar deportivamente, aunque conservaba la escopeta. Así que el sábado siguiente fui a ver cómo era y me picó el bichito de vuelta."
El retorno se produjo en la categoría de veteranos para luego pasar a la de súper veteranos. La escopeta, la misma que compró en la década del 70. Aunque consiguió una más nueva, la utiliza muy poco: "Porque  todavía no le agarro bien la mano". Es notable el cuidado con el que las retira del armario y nos las describe. De a poco las va desarmando para mostrarnos las partes, el mecanismo y los preparativos que hay que hacer para quedar presto a arremeter a perdigonazos contra las hélices. Al lado del armario se encuentra un artefacto desconocido para quienes de esta actividad sabemos poco, se trata de una armadora de cartuchos, con dos recipientes que contienen la pólvora y los perdigones.

Puede leer la nota completa en la edición impresa de revista Contragolpe de julio de 2012.

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