Carlos
del Frade es periodista y escritor. Amante del fútbol y de Central, su análisis
va más allá del rectángulo de juego: investigó minuciosamente el proceso de
saqueo sufrido por los grandes clubes rosarinos, la impunidad dirigencial y las
barras. “Cancha chica del fútbol, cancha grande de la realidad”, resume su
perspectiva periodística-deportiva
“En tu libro ‘Central, Ñuls: la ciudad
goleada’ decís que cuando se profundiza la crisis de los clubes…”, “No es
crisis, es saqueo”, corrige Carlos del Frade inmediatamente. Es que los dos
tomos de la mencionada obra sobre la depredación producida en los dos grandes
de Rosario, sobre todo en los años ’90, autoriza la aclaración. Fundamenta del
Frade: “Corrijo el concepto porque a los hinchas se les dice ‘llegó la crisis y
el club se fundió’, como si fuera una cuestión de tercera persona o un castigo
divino. No”, y profundiza: “Es un saqueo que se hace desde adentro y con la
manipulación de los peor que tiene el hincha, que es esa fe de chico de 5 años
que cree todo, la promesa que le obtura el pensamiento crítico: ‘te voy a traer
un jugador y vamos a salir campeón’, y ya con eso el hincha se queda tranquilo
en su lugar y no defiende lo que dice querer tanto, que es el patrimonio del
club. No hay nada más fácil de dominar que al hincha de fútbol”.
Saqueo y depredación en Newell’s y Central
que, traducida a números, el propio escritor resume: “Los dos clubes llegaron a
deber 160 millones de pesos. Clubes que habían vendido jugadores, durante la
década del noventa, por alrededor de 150 millones de dólares. Con lo cual no da
la cifra para haber fundido a los dos clubes. Y sin embargo lo están”.
En ese
saqueo del patrimonio de los clubes, uno supone que los dirigentes no
estuvieron solos, ¿cómo se produjo ese vaciamiento?
Yo creo que el teorema de Yabrán se demuestra
fundamentalmente en el fútbol. Yabrán decía que el poder es impunidad. Y no hay
nada que dé más impunidad que ser dirigente de un club popular de fútbol. Ser
dirigente de Talleres, Belgrano, Instituto da un poder, una impunidad sobre la
cual después hacen cualquier otro tipo de negocios porque se hacen zonas
liberadas, lo mismo pasaba con Central y Newell’s. Ahí lo que se dio es lo que
vos los dirigentes fueron la expresión individual de una trama de negocios que
tenía buffet de contadores, buffet de abogados, de grandes empresarios
prestamistas y ellos eran los delincuentes de guantes blancos, pero como la
realidad es una avenida de doble mano, tenían los socios menores: los
delincuentes de manos sucias, los muchachos que le manejaban las barras bravas.
Les manejaban el para avalancha adentro para hacer una especie de guardia
pretoriana de sus propios intereses y manejaban los barrios en donde iban a
buscar los soldaditos para los negocios adentro de la tribuna y para los
negocios de afuera. Y eso hasta hoy se está pagando en Rosario porque mucho de
esos integrantes terminan siendo las bandas de soldados que integran las bandas
de narcotráfico que hoy tenés en los distintos barrios de Rosario, de Santa Fe
y me imagino que de Córdoba también.
En el caso de Newell’s, su historia reciente
se asocia a un nombre propio: Eduardo López. El empresario “reinó” 14 años el
club del Parque Independencia sobre la base de la ausencia de elecciones a
cambio de ser socio sin abonar una cuota (además de dosis de miedo y coerción).
“La impunidad de López siempre me impresionó”, comenta Del Frade, y detalla los
acontecimientos vividos en su labor periodística de investigación sobre el
dirigente: “Que te mandaran a la Barrabrava para decirte ‘no publiqués tal
cosa’, y te mandaba a la Barrabrava cuando ya sacaba a las chicas de la
escuela, por ejemplo. Eso fue muy fuerte. Que me despidieran de todos los
grandes medios de comunicación donde yo laburaba, justamente por meterme con López.
Que no se pueda mencionar el nombre de Eduardo López en el diario más
importante del interior de la Argentina, que es el diario La Capital, porque no
hay que nombrarlo. Que todo lo que tenga que ver con drogas peligrosas esté
vinculado a la comisaría 5º que estaba vinculada a López”. Sin embargo,
menciona el periodista sobre la actualidad del club: “Lo que hubo en Newell´s
fue una gran movida democrática impulsada principalmente por los socios Hinchas
Autoconvocados, que fueron los primeros en denunciarlo a López, que se
enfrentaron a los Barrabravas. Una cosa muy pesada. Han logrado que hoy el club
se maneje con mayor caudal de juventud, hay más transparencia en Newell’s, pero
igualmente siguen quedando dudas sobre el manejo de las inferiores. Pero hoy igualmente
es de puertas abiertas, totalmente distinto a López. Se ha recuperado la vida
social de Newell’s. Newell’s era un club, en la década del ’70 con una enorme
actividad social. López había cerrado todo. El ejemplo más claro, que la pileta
de natación olímpica de 50 metros, le había crecido un árbol en el medio. Casi
la parábola de lo que significaba el desprecio por la vida social. Y ahora lo
están techando”.
En lo que respecta al otro grande de Rosario,
Del Frade explica del club de Arroyito: “El caso de Central sigue siendo
patético. Central es el caso más típico de club popular manejado por lo que
significa el peronismo, o las voces del peronismo, de la derecha. Siempre fue
eso. La realidad de Central ya es muy distinta porque ni se conocen los números,
nada. La Barra sigue manejando todo”.
¿Hay
herramientas desde lo legislativo, desde las leyes para contrarrestar todo lo
que es este vaciamiento y saqueo de los clubes?
No es el tema de las leyes. El tema es la
aplicación. Y creo que ahí juega mucho la órbita provincial: la policía
provincial, generalmente, son cómplices de todos los negocios que hace la
Barrabrava, e imaginate los negocios de los delincuentes de guantes blancos que
son los dirigentes. Y yo creo que hay grados de complicidad que se han
reciclado. Hay mejores formas de plantear discursivamente que no se puede hacer
nada. Pero la matriz, para mí, sigue siendo invicta. ¿Quién maneja los recursos
naturales de un club, que son las inferiores? Y te vas a encontrar, a la larga
o a la corta, que van a ser las formas de pago que tienen las Barrabravas. ¿Y
vos sabés lo que es en barrios como en Rosario o Córdoba que le den 600 mil
dólares cada medio año por la venta de un pibe de 3ra división?, ¿sabés cuántas
voluntades comprás con 600 mil dólares en un barrio de Rosario o en un barrio
de Córdoba? Y eso no está controlado. Es más, está auspiciado para que siga.
Además
de la situación que comentabas del diario La Capital, en los otros medios de la
ciudad ¿cuál ha sido la postura general que han tomado en referencia a este
saqueo hacia los clubes?
Con excepción del Rosario 12, que es un
suplemento local de Página 12, no hubo voces contra López. López reinó 14 años
en Newell’s. 14 años… No había crítica, era impresionante. Ahora sí lo critican
por todo lo que hizo durante esos 14 años. Pero eso tiene que ver con
complicidades que están, no solamente en el periodismo deportivo, sino también
en el periodismo político.
Y en
los clubes que están un escalón por abajo, como Central Córdoba, Tiro Federal,
¿se dio esta misma lógica de saqueo e impunidad?
La misma lógica: empresarios vinculados a
algunos gremios en Central Córdoba, vinculados al gremio de la UTA, por
ejemplo. Que manejaron un club que además tenía una representatividad social
muy grande: Central Córdoba siempre en Rosario fue muy importante hasta que en
los años ´60 los condenaron, en unas negociaciones en que participaron Central,
Newell’s y gente de la AFA, lo condenaron a descender para que haya solamente
dos clubes. Central Córdoba en barrio Tablada fue muy importante. Es casi la
historia de los ferrocarriles, porque el primer ferrocarril es el ferrocarril
Central Córdoba y que es justamente paralelo a lo que pasa con Central Córdoba
como club de fútbol.
Puede
leer la nota completa en la edición impresa de revista Contragolpe de mayo de
2012.
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