lunes, 26 de diciembre de 2011

Mano a mano con Micaela Beviacqua, la joven que apunta

Hija, nieta y sobrina de tiradores. Era casi imposible pensar que la riocuartense Micaela Beviacqua, nacida el 18 de septiembre de 1992, no se inclinara por la disciplina que seguramente lleva en algún sector del tejido celular y la sangre por esto de las cuestiones hereditarias.
La deportista que en el pasado mes de mayo participó en la Copa Mundial de Tiro Deportivo en el fuerte militar Fort Bening, estado de Georgia -Estados Unidos- hace cuatro años que forma parte de la actividad y lleva tres dentro de la Selección Argentina.
Tímida pero sonriente, la talentosa joven cuenta que llegó al submundo que cada disciplina genera en sí mismo por insistencia de su tío y porque además su abuelo –Adelqui Beviacqua- le regaló la pistola cuando tenía 15 años: “Cuando iba al tiro todos me decían algo, no es que tenía un entrenador. Yo iba viendo que me quedaba más cómodo o que me resultaba más fácil”, recuerda Micaela.
Con simpleza y humildad, intenta esquivar desde la punta de la mesa que la acobija cuando se le indica que posee un importante currículum a su corta edad: “Creo que sí, mi abuelo me vive diciendo y me lo repite siempre. Hace poco fui a un Mundial a Estados Unidos y es como que todavía no caí”, señala la joven que además estudia Ciencias de la Comunicación en la Universidad Nacional de Río Cuarto.
Viajes y experiencias
En su corta pero fructífera trayectoria, Beviacqua realizó tres presentaciones en Chile, dos por el Torneo Trasandino y la restante en el certamen Sudamericano, participó en el Clasificatorio para los Juegos Olímpicos Juveniles en Guatemala y recientemente estuvo en la Copa Mundial de Estados Unidos, anteriormente mencionada.
Plagada de primeros puestos a nivel local y nacional, y con notorios resultados cruzando las fronteras, la tiradora se perfila para hacer ruido en la disciplina. “Siempre decíamos en chiste que iba a llegar a un mundial pero nunca me imaginé; este año cuando me lo dijeron no lo podía creer. Hasta que fui y estuve en el lugar, no me lo esperaba. En cambio, mi abuelo siempre me dijo que iba a llegar”, comenta Micaela respecto de su última experiencia en Norteamérica.
La contracara, y teniendo en cuenta que la disciplina es amateur en Argentina, tiene que ver con las notorias diferencias que separan a las deportistas de nuestro país con las tiradoras de potencias mundialistas: “Ellas viven de eso, tiran todo el tiempo y ya tienen experiencia. Para mí fue el primer mundial. Los zapatos que usan, sus anteojos, todo es muy profesional”, resalta a la hora de trazar una comparación. En función de esto, y soñando con alguna chance olímpica, reflexiona: “Creo que es difícil porque las deportistas de otros países son profesionales y como dije, viven de eso”.

Puede leer la nota completa en la edición impresa de revista Contragolpe de junio/julio.

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