jueves, 21 de julio de 2011

“Acá lo importante son los clubes, nosotros pasamos”

Estudiantes quedó eliminado en cuartos de final de la Liga Cordobesa A de Básquetbol y para trazar un balance deportivo e institucional Contragolpe recurrió a Walter Garello, vicepresidente de la institución y principal referente de la disciplina dentro de la entidad de Avenida España.
Acompañado por Emanuel –uno de sus hijos-, jugador del equipo que afronta el Torneo Apertura que organiza la Asociación Riocuartense e integrante del cuerpo técnico de Daniel Carbonari en la parte final de la competencia provincial.
Un par de comentarios risueños sirven para entrar en clima con el hombre del que hoy por hoy se habla y mucho ya que anunció que no seguirá al frente del cargo que lo enmarcaba como el dirigente más importante de básquet. No obstante, seguirá apoyando el proyecto y confía en el proceso de renovación.
Inicialmente, al ser consultado por el análisis deportivo del torneo y sus primeras impresiones respecto de la eliminación en cuartos comentó: “Las sensaciones son de tristeza y decepción porque realmente nos habíamos preparado siendo conscientes de que la Liga iba a ser realmente dura. Desde un primer momento nosotros sabíamos que había que llegar por lo menos a semifinales porque esperábamos lo que en definitiva se dio: que hubiese un par de ascensos. Empezamos a trabajar en agosto, tomando como referencia que el torneo comenzaba en noviembre, porque los equipos de Córdoba tienen un torneo muy duro y están jugando prácticamente con los equipos que después llegan al provincial. No tuvimos una buena pretemporada en cuanto a cantidad de partidos justamente porque ellos estaban compitiendo y cerca no había nada más que ser sparring un par de veces con Banda Norte. Fue la Liga más corta que jugamos y en el medio tuvimos una serie de lesiones. Arrancamos muy mal con la de Ferrochio y la completamos con la del ‘tati’ (por Federico Bonini), medio que no fue nuestro año”.

- ¿Cómo explicarías lo del cambio de técnico? Desde afuera, pareció sorpresivo.
Fue algo que el mismo técnico (Claudio Arrigoni) nos planteó. El quiebre para mí se produce cuando vamos a Justiniano Posse (NdR: en la décima fecha, la siguiente al partido con Instituto) porque ahí el equipo era un conjunto sin alma, que deambulaba por la cancha y cuando terminó el encuentro lo vi a Claudio que se había quedado solo sentado en el banco. Eso fue un viernes y el sábado me llamó por teléfono: me dijo que él no le podía entrar al equipo y que notaba que no respondía. Además, él creía que estaban para dar más, por lo que consideraba que se tenía que ir y dar un paso al costado. La llegada Daniel (por Carbonari) pareció que realmente lo que decía Claudio era tal cual porque el equipo puso otra actitud, otras ganas, al margen de lo que cada uno daba como técnico.

- ¿Qué es lo que les sedujo de Carbonari?
Personalmente siempre me gustaron los procesos. Siempre digo, aunque son palabras copiadas, que el éxito está en los procesos y no en los sucesos. Vos podes ganar o perder pero apuntamos a los procesos. El básquet en general está atravesando un momento complicado; después de la “Generación Dorada” no ha tenido la misma repercusión ni la misma convocatoria. Este es un análisis muy personal pero basta con ver algunas noches por televisión a Atenas de Córdoba y no hay concurrencia como se mereciera. Inclusive Banda Norte jugando la segunda instancia no tuvo el apoyo aunque no lo digo criticando a la gente. Pienso que el producto que estamos ofreciendo no seduce, no gusta, no llega. Entonces nos propusimos seguir apostando por los procesos. El primer arreglo con Daniel fue que su vínculo se dé por un tiempo que no sólo incluyera el provincial, tomando desde la supervisión de los mosquitos (NdR: denominación destinada a las categorías menores del básquet), Sub 15 y Sub 17 hacia arriba. Carbonari es de Río Cuarto y yo tenía muchas esperanzas que mientras más jugadores seamos de la ciudad íbamos a tener una ventajita de amor propio y sigo pensando eso. Creo que en nuestra instancia no hay jugadores relevantes o tan distintos y creía que el club estaba por ahí. Y por eso vino Daniel.

Puede leer la nota completa en la edición impresa de revista Contragolpe de mayo.

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