Cuando Valentín
Araya habla sobre sus propósitos y objetivos el que lo escucha puede augurar
que su carrera deportiva puede llegar a niveles superlativos. Para que eso
ocurra varios factores deberán conjugarse, pero el principal ya se puso en
marcha y es una realidad: sus ganas de progresar y triunfar en el triatlón.
Es su espíritu
altamente profesional el que moviliza a Valentín Araya. Nacido en Las Higueras
hace 19 años, fusiona su pasión por el exigente deporte atlético y el cursado
del tercer año de la carrera de Ingeniería Mecánica en la Universidad Nacional
de Río Cuarto. Y su compromiso y dedicación arrojan sus frutos: se acaba de consagrar
campeón juvenil del provincial de triatlón y está al día en la carrera
universitaria.
“El futuro de una
persona se puede consolidar en cualquier actividad que pueda llevarla adelante
con cierto nivel. Estoy convencido de que puedo llegar lejos con el triatlón”,
dice con seguridad Araya quien tiene la certeza de que alcanzará sus objetivos
deportivos.
¿Cómo
haces para desarrollar de buena manera esta exigente actividad deportiva y el
estudio?
Es complicado pero
se puede. Lo primordial es la organización. Por eso trato de aprovechar el
tiempo al máximo para no descuidar el cursado de mi carrera y tampoco la
actividad atlética. Al tiempo lo administro de la mejor manera para entrenar y
estudiar. No me gusta decir sacrificio porque sacrificio es otra cosa. Con
mucho orden y disciplina se puede llevar adelante. Lo hago porque me gusta,
porque siento muchas ganas de hacerlo y porque creo que puedo lograr cosas muy
importantes y no quiero dejar pasar la oportunidad.
Su pasión por el
triatlón surgió cuando todavía cursaba el colegio. Y se dio de una manera muy
particular. “Cuando todavía estaba en el secundario hacía atletismo pero no con
tanto compromiso. Generalmente quienes practican este deporte llegan desde
alguna de las tres disciplinas. En mi caso fue diferente porque había
incursionado en el atletismo en la Maratón de los dos años, pero nada serio. Mi
llegada al triatlón surge luego de ver una competencia que se realizó en
Embalse. Quedé asombrado ante el espectáculo y al otro día comencé a entrenar
en esa localidad. Con el tiempo Embalse se transformó en mi lugar de
entrenamiento porque ahí paso tres meses entrenando preparándome para las
competencias”.
Valentín Araya
empezó a tomar a la actividad seriamente, con el tiempo se transformó en un atleta
consolidado y quiere constituir al triatlón como su modo de vida. “El triatlón
es una actividad que está creciendo en los últimos años y lo que manda hoy es
un gran nivel en las tres disciplinas. Hay que ser un excelente nadador, un
excelente ciclista y un excelente atleta. Hay que reunir esas condiciones y
plasmarlo en la competencia”, analiza a su deporte. Y agrega: “Requiere mucha
participación adicional porque hay que prepararse muy bien en las tres
disciplinas y eso implica mucho esfuerzo”.
La organización
también requiere un detallado programa de entrenamiento. Y para cada una de las
disciplinas, Araya se estructura adecuadamente. Actualmente integra el equipo
de competición de natación que dirige Nicolás Francisquelli y es allí en donde
practica el deporte acuático. “Estoy rodeado de nadadores de muy alto nivel y
eso muy bueno para mí crecimiento profesional”. En cuanto a su entrenamiento de
pedestrismo y ciclismo lo hace particularmente. Corre en el Polideportivo
Municipal y por las rutas practica con su bicicleta.
¿Cómo
lo ha tomado tu familia?
Mi familia es muy
futbolera. Al principio tuvieron un poco de miedo porque vieron que me empecé a
dedicarme con todo y tenía miedo que descuide el estudio. Pero ahora me
acompañan permanentemente en este camino que he escogido. Siempre van conmigo a
las competencias más importantes.
¿Cómo
haces para sostenerte económicamente?
Me acompañan con
lo que pueden la Municipalidad de Las Higueras y Fundemur. También me apoya una
farmacia amiga de Las Higueras. Pero no cuento con un gran apoyo desde lo
económico. Sé que tengo que empezar a venderme como deportista porque eso te
posibilita poder obtener un patrocinador que te apoye en tu carrera deportiva.
Pero para eso soy consciente que uno tiene que seguir creciendo y obtener
buenos resultados. Por ahora no tengo gastos excesivos y puedo sostenerme. Pero
empiezo a verlo como un problema en puerta porque la exigencia comienza a ser
mayor y las necesidades van a ser otras.
Puede leer la nota
completa en la edición impresa de revista Contragolpe de abril de 2013.
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