A mediados de
abril de este año, la jueza federal de Chaco, Zunilda Nirenperger, solicitó a
Interpol la extradición de Patricio Gorosito que estaba preso en España acusado
de ser el organizador de una banda que traficaba cocaína a ese país en bolsas
de carbón de la empresa Carbón Vegetal del Litoral SRL que salían de Quitilipi,
Chaco, e ingresaban por el puerto de Lisboa, Portugal. Gorosito fue detenido en
Barcelona en marzo de 2012, acusado de traficar desde Argentina alrededor de
1000 kilos de cocaína. La causa se denominó Carbón
blanco y según informó la Administración Nacional de Aduanas es una de las más
importantes relacionadas con el tráfico de cocaína. Junto a él fueron apresados
otros seis argentinos.
Patricio Gorosito
se hizo una figura pública cuando en 2004 fundó el Club Real Arroyo Seco. Luego
de perder las elecciones en el club Arroyo Seco Atletic Club, el club
tradicional de la ciudad, decidió crear esta institución futbolística. Ya había
tenido incursión en el ámbito del fútbol al gerenciar en 2004 al Deportivo
Colonia de Uruguay. Tiempo después el
diario uruguayo La República lo involucró en una denuncia de lavado de dinero.
El principal sospechoso era Julio Humberto Grondona y se lo vinculó a Gorosito
como un presunto testaferro del presidente de la Asociación del Fútbol Argentino.
“El caso Gorosito
marca lo que significa para la sociedad argentina la Asociación del Fútbol
Argentino como espejo en donde se visualizan las reglas de la matriz dominante
en la Argentina en donde los privilegiados lavan dinero con total impunidad
utilizando la pasión de las mayorías”, le dijo a Contragolpe el periodista
rosarino Carlos del Frade.
Y agregó: “El
fútbol es un lugar fantástico para que, además de ser pasión de multitudes,
termine siendo pasión de negocios multinacionales y pasión de sectores
minoritarios que gozan de absoluta impunidad. No es casualidad que Julio Grondona
haya hecho pública aquella definición en la que ‘en el fútbol argentino nunca
se pregunta por el origen del dinero’. Esa es la raíz y la esencia de cualquier
forma de lavado de dinero. Eso es una trama íntima que desde la cancha chica
del fútbol ilumina lo que supone la cancha grande de la realidad argentina, la
impunidad de los poderosos, el lavado de dinero y la manipulación de las
creencias populares a favor del negocio de muy pocos”.
Llevando a cabo los
métodos que arraigan los negocios espurios, Real Arroyo Seco apareció de la
nada. Tuvo un ascenso llamativamente vertiginoso y se desarrolló a pasos
agigantados en base a inyección de capitales. En el mismo año de su creación obtuvo
el título de la Liga Regional del Sur y clasificó para el Torneo del Interior.
Torneo que obtuvo en 2005 y ascendió al Torneo Argentino B. En la cuarta
categoría llegó a enfrentar a Asociación Atlética Estudiantes y logró el
ascenso al Torneo Argentino A en la temporada 2005/2006.
Pero
el crecimiento no sólo fue deportivo. El club contaba con un predio modelo en
un predio de 21 hectáreas. El estadio para 10 mil personas – similar al de
Arsenal de Sarandí – fue bautizado José Omar Pastoriza, quien fuera amigo de
Gorosito. También contaba con un hotel cuatro estrellas con 17 habitaciones,
una sede y cuatro piscinas en cascada.
Puede leer la nota completa en la edición impresa de revista
Contragolpe de junio de 2013.
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