La tonada
no deja mucho lugar a dudas. Si no es de “la isla”, de algún rincón
centroamericano seguro. Pero el contenido de lo que expresa ratifica su tierra
natal. Raúl Eduardo Aguilar Nodarse, 48 años, director técnico nacional de
básquet, remite siempre a su país. Nacido y criado en Pinar del Río, los
sentimientos por el pago se hacen notar.
Pero, de
Cuba, Raúl no sólo se trajo recuerdos y sentimientos. Carga en su cabeza la
formación educativa, con un profesorado en Educación Física y una licenciatura
en Cultura Física y Deporte, especializándose en básquet. Ese fue el puntapié
que lo llevó, con el tiempo, a ser técnico de Torneo Nacional de Ascenso en
Asociación Italiana de Charata y en Ciudad de Bragado en la última temporada,
aunque también cuenta con experiencias de ayudante en Asociación Española de
Charata y Tucumán BB.
¿Cómo se
da la llegada, en el año 1997 de Aguilar a nuestro país? Él mismo lo explica: “En
Cuba existe una empresa que se llama Cuba Deportes. Esta empresa -como la
mayoría de las cosas de mi país, es del Estado- nuclea a todos los
especialistas, licenciados, profesores de educación física y los ‘exporta’ al
mundo como una forma de aminorar un tanto el famoso bloqueo económico. Es una
forma de entradas de divisas al país, cosa que también se hace en la medicina y
en otras ramas profesionales”. La lógica es la siguiente: un Estado puede
solicitar profesionales en determinadas áreas a esta empresa; en este caso, la
provincia de Formosa pidió a Cuba Deportes cinco especialistas y esta devuelve
currículum de los profesionales que considere apropiados para que la elección
la realice el órgano solicitante. Aguilar prosigue: “En ese momento vinimos un
especialista en vóley, en natación, atletismo, cultura física para la tercera
edad y básquet. Así llegamos a Formosa cinco cubanos en febrero del ’97.
Vinimos directamente a trabajar como asesores y/o metodólogos de la dirección
de Deportes, trabajando directamente con la
dirección de Deportes en todo lo que se refería a organización de
competencias, cursos de capacitaciones a profesores de educación física, a
entrenadores en nuestros respectivos deportes y alguna que otra ayuda
metodológica a la federación de nuestro deporte en cuestión”.
Formación a la cubana
“Estudiamos
cuatro años para profesor de Educación Física, como un terciario, como un nivel
medio, por llamarlo de alguna manera. Después que fuimos egresados como
profesor de Educación Física, tuvimos que estudiar cinco años más, en la
universidad, donde tuvimos el título de Licenciado en Cultura Física y Deporte
y, dentro de ese título, la especialidad del deporte de baloncesto”, explica
sus títulos Aguilar, y puntualmente sobre este segundo título explica: “Es una carrera
universitaria en donde se sale con posibilidades muy amplias de ejercer el
trabajo después: puedes ser profesor de educación física, puedes ser entrenador
de deportes en el cual te especializaste, puedes ser masajista deportivo,
puedes ser técnico en cultura física terapéutica, puedes ser animador turístico
en un centro de turismo en el país. Es muy amplio. Y uno sale a trabajar o en
lo que le gusta o en lo que encuentra trabajo. Pero por lo menos la carrera te
da un amplio margen de ir a buscar o lo que quieres o lo que encuentras. Mi
especialidad es el básquet, en Cuba tuve la oportunidad de trabajar en eso y
acá en la Argentina vine en esta función a través del gobierno y Cuba
Deportes”. Es decir que al profesorado realizado en su Pinar del Río natal se
le sumó esa licenciatura en el Instituto Superior de Cultura Física en la
ciudad de La Habana para totalizar 9 años de formación académica.
Puede leer la nota
completa en la edición impresa de revista Contragolpe de marzo de 2013.
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